La victimología,
como cualquier otra ciencia, disciplina y área del saber, en su proceso de consolidación,
y desarrollo debe pasar por una serie de diferentes estudios, observaciones,
experiencia y razonamiento lógico, acerca de ideas que se consideren
importantes y puedan explicar fenómenos de lo que se estudia, estos se juntan
en teorías, en esta ciencia, una de las más conocidas e importantes por quien
la propuso, y por el contenido propuesto, es la teoría victimo dogmática.
Al ser
el año 1948, el criminólogo alemán Hans Von Hentig, publica su libro llamado “El
crimen y su víctima”, el cual es altamente reconocido por grandes aportes
dentro de la victimología, como ir en contra de lo que se normalmente se seguía;
es decir proponer un estudio que tome al criminal y a la victima de la misma
manera, dándole una mismo enfoque e importancia, y más específicamente en el
mismo libro, un capítulo llamado “La contribución de la víctima al génesis del
delito”, donde expone por primera vez la clasificación de víctimas.
Aunque
ambos aportes son importantes en la victimología, en este caso se va a exponer
de mejor manera la teoría de la victimo dogmática, esto debido a que esta teoría
es grande foco de críticas, y debates entre gran cantidad de victimo logos y criminólogos,
y para comprender la victimología es importante conocer todo tipo de teorías expuestas,
estén estas correctas o no, con la finalidad de reconocer de una mejor manera todos
los estudios por los que paso esta ciencia.
La teoría
victimo dogmática se propone durante un momento critico de la victimología, y
es que esta disciplina se vio fuertemente criticada y se dice que olvidada, y
cuando más se necesitaba que la victima fuera reconocida como un aspecto fundamental
de estudio dentro del fenómeno criminal, nace esta teoría que en vez de ayudar
a una mejor percepción de la victima crea una versión donde, en el proceso
penal, queda en aun mayor desventaja, viéndose como responsable de ser la víctima.
El
proceso penal incluso antes de esta teoría no tomaba en cuenta a la víctima en
el momento de dar un resultado, en otras palabras, la victima servía como
simple testigo del acto, sin tener una verdadera exposición justa ante el caso,
por este motivo a la victima no se le veía de una buena manera, y un acto que
impulso a la victima a más atención fue esta teoría, sin embargo no fue la atención
que se requería en el momento.
La
teoría tomaba un acto delictivo, donde existía una víctima, quien se ve
afectado por actos delictivos ejercidos por otros, y un victimario, quien comete
el delito en contra de la víctima, el victimario tiene que tomar
responsabilidad por sus actos, pero además de esto se exponía que una víctima
podía llegar a tener actitudes que favorecen a la realización del acto, entonces
tomaba a la victima como otro aspecto que merecía de igual manera tener cierta
responsabilidad.
Una victima
podía llegar a ser de igual manera responsable del acto cometido por el
victimario, debido a, se puede decir, ayudar, ya sea consciente o inconscientemente
o por imprudencias, a que el delito se cometiera, convirtiéndolo en co-responsable,
si esta teoría llegaba a ser consolidada, la victima tendría que justificar sus
acciones, ser medido en caso de que se vea con mayor o menor responsabilidad, y
tener que pagar por ser afectado por un delito.
Esta
teoría fue obviamente criticada, por criminólogos, victimólogos y muchas
personas, ya que se apreciaba como una criminación innecesaria hacia la víctima,
de igual manera esta teoría se vio en cierto modo superada, tomándose como olvidada,
sin embargo, muchas personas dentro del proceso penal siguen apreciando a las
victimas como causantes de las acciones delictivas.
Referencias
Sánchez,
E. (2020). Culpar a los demás como estrategia. [Imagen 1]. Recuperado de https://lamenteesmaravillosa.com/culpar-a-los-demas-como-estrategia/
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